Las flores que crecen tras mi ventana
bañadas de rocio, se asemejan a ti,
empapada del sudor que te desnuda.
Como la suave caricia entre tus muslos
de mi avida lengua de mariposa
en la búsqueda infatigable de alimento.
Como la piel voluptuosa de la manzana
cuando el cielo estalla a cantaros
y la vida se revuelve en primamera.
Como mi semen entre tus labios
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Cuando Ghiocel nació, Gavroche pudo hacer por fin la revolución. Nada es ya imposible, pues la vida por fin tiene un sentido: juntos son como una flecha apuntando cada vez mas alto.
